No tenemos que gestionar el tiempo en sí, tenemos que gestionar cómo ocupamos ese tiempo, qué decidimos hacer con el que tenemos.
La gestión del tiempo requiere consciencia. Antes de mejorar nada, tenemos que saber cómo estoy utilizando mi tiempo, cuál es el uso real que estoy haciendo de él. También requiere responsabilidad, decidir cómo empleamos las horas del día y qué obtenemos con ello. Y una vez que soy consciente y responsable de mi tiempo, puedo pasar a la acción para poner en práctica los hábitos necesarios para una buena gestión.
Algunas claves que nos pueden ayudar: