Según la doctora Carol Dweck, profesora de psicología en la Universidad de Stanford, existen dos tipos de mentalidad que determinan nuestra forma de pensar y actuar.
Existe una mentalidad fija basada en una creencia limitada sobre cómo somos, nuestra inteligencia, habilidades y potencialidades. Y también hay una mentalidad de crecimiento enfocada en la posibilidad del desarrollo continuo y el cambio
La diferencia entre ambas mentalidades está en que si tienes la primera, es decir, una mentalidad fija, asumes que posees unas capacidades innatas y que son determinantes. Mientras, las personas con mentalidad de crecimiento creen que el trabajo con uno mismo, la formación, el entrenamiento y la voluntad pueden incrementar esas capacidades.
En el siguiente cuadro se ven de manera resumida las diferencias entre las personas con una u otra mentalidad:
Desarrollar una mentalidad de crecimiento no es fácil, requiere trabajo, esfuerzo y tiempo. Algunas estrategias:
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