Por qué el desarrollo emocional de los docentes es tan importante
- Inteligencia emocional
La Educación Emocional se puede definir como la acción educativa cuyo objetivo es desarrollar las habilidades emocionales que contribuirán a un mayor bienestar personal y social de los alumnos. Por lo tanto, es un concepto relacionado con el desarrollo de la Inteligencia Emocional de los alumnos. Y también con el desarrollo emocional de los docentes.
En este sentido, los centros educativos pueden poner en marcha diferentes tipos de programas de Educación Emocional orientados al desarrollo de la inteligencia emocional de los estudiantes. Programas que pueden tener excelentes resultados tanto en el desarrollo socio-emocional de los niños como en la mejora del clima del centro, la relación con las familias, la prevención de conflictos, etc.
Desde mi experiencia, para que un programa de educación emocional funcione debe empezar por la formación y el desarrollo del profesorado.
Es necesario que el claustro de profesores mejore su propia inteligencia emocional para así poder ayudar a los alumnos a desarrollarse.
¿Cuál es el papel del docente en la educación emocional?
Los docentes tienen un gran impacto en el desarrollo de sus alumnos y en el buen funcionamiento de sus clases: aquellos profesores y profesoras que logren crear un clima adecuado de aprendizaje, fomentando relaciones de influencia y proximidad, consiguen mejores resultados académicos.
Los profesores son para sus alumnos un modelo de conocimientos y también son un modelo de comportamiento emocional. En el día a día en el aula demuestran cómo es su conciencia y su gestión emocional, demuestran o no empatía con otras personas en diferentes situaciones y son modelo igualmente de seguridad a la hora de actuar, de comunicarse de forma asertiva, etc.
En definitiva, los alumnos ven cómo sus profesores manejan situaciones y conversaciones, cómo se enfrentan a problemas, cómo gestionan sus emociones.
El desarrollo de la inteligencia emocional en el educador
Cuando los docentes tienen un mayor nivel de desarrollo de sus competencias emocionales ponen en marcha recursos para desempeñar mejor su labor, para relacionarse mejor con sus alumnos, otros profesores y con las familias.
Estas semanas estoy formando a un grupo de docentes del CEIP Víctor López Seoane. Formación con la que les proporciono herramientas y pautas para desarrollar la inteligencia emocional de sus alumnos en el centro. Pero sobre todo, el objetivo fundamental es que ellos sean más emocionalmente inteligentes al terminar la formación.
Estamos trabajando desde diferentes modelos científicos el desarrollo de sus competencias emocionales relacionadas con: la conciencia y expresión emocional, la gestión de las emociones, el autoconcepto integrado por la autoimagen, la autoeficacia y la autoestima; y competencias interpersonales como la empatía.
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