Ana Sanjuán — Blog

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Una buena filosofía de vida: aprender algo cada día

mentalidad

Según la doctora Carol Dweck, profesora de psicología en la Universidad de Stanford,  existen dos tipos de mentalidad que determinan nuestra forma de pensar y actuar.

Existe una mentalidad fija basada en una creencia limitada sobre cómo somos, nuestra inteligencia, habilidades y potencialidades. Y también hay una mentalidad de crecimiento enfocada en la posibilidad del desarrollo continuo y el cambio

La diferencia entre ambas mentalidades está en que si tienes la primera, es decir, una mentalidad fija, asumes que posees unas capacidades innatas y que son determinantes. Mientras, las personas con mentalidad de crecimiento creen que el trabajo con uno mismo, la formación, el entrenamiento y la voluntad pueden incrementar esas capacidades.

En el siguiente cuadro se ven de manera resumida las diferencias entre las personas con una u otra mentalidad:

 

MENTALIDAD FIJA

MENTALIDAD DE CRECIMIENTO

No quiere retos y los evitas

Quiere y busca retos

Cree que sus capacidades son fijas

Foco en el desarrollo se sus capacidades

Evita el fracaso, miedo a equivocarse

Desea aprender aunque cometa errores

Se rinde fácilmente

Persiste ante las dificultades

Ve el esfuerzo como algo ineficaz

Ve el esfuerzo como el camino al aprendizaje

Se siente amenazado con el éxito de otras personas

Encuentra inspiración en el éxito de otras personas

Desarrollar una mentalidad de crecimiento no es fácil, requiere trabajo, esfuerzo y tiempo. Algunas estrategias:

  • Reconoce tu propia mentalidad. Observa tus pensamientos automáticos en torno a experiencias diversas que suponen errores, obstáculos o desafíos
  • Convéncete de que puedes cambiar tus creencias fijas. Repite nuevos mensajes para cambiar tu forma de pensar “qué puedo aprender de esto”, “Si me esfuerzo será más fácil que lo consiga»
  • No tengas prisa, a veces, ciertos aprendizajes requieren tiempo. Se paciente con tus errores e imperfecciones
  • Prueba otra estrategia de aprendizaje. Una recomendación: siempre funciona bien aprender haciendo y aprender de otros
  • Fíjate en lo que otros hacen más que en sus características personales
  • Redefine, si es necesario, lo que crees saber sobre la inteligencia, el talento y el éxito
  • Aprende de la experiencia de los demás, tanto de sus logros como sus errores
  • Ten siempre un nuevo objetivo de aprendizaje
  • Celebra tus logros, por pequeños que te parezcan
  • Práctica una mirada apreciativa para ti y los demás