Ana Sanjuán — Blog

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Autoestima, empatía y comunicación asertiva: una combinación poderosa para el éxito

La autoestima es la apreciación subjetiva que tenemos acerca de nuestra valía y de quienes somos. Y, entre otras muchas cosas, influye en el sentimiento que tenemos acerca de nuestros recursos y habilidades, es decir, en nuestra autoeficacia. Por tanto, nuestra autoestima determina en gran medida la relación que tenemos con nosotros mismos y con los demás.

Construir una buena autoestima, una opinión equilibrada sobre nosotros mismos, requiere un buen nivel de autoconocimiento y de aceptación. Esto pasa por aceptar quiénes somos, y aceptar nuestros puntos fuertes y nuestras áreas de mejora. Convirtiéndose en un pilar fundamental de nuestro bienestar.

Una autoestima sana está abierta a la diferencia porque proporciona seguridad y pensamientos relacionados con la valía o el merecimiento, y es clave para el aprendizaje y la mejora constante.

Y así se facilita la empatía, esa capacidad de comprender a los demás y de ponerse en su lugar, de sentir como siente y no de interpretarle. La empatía es un recurso interno que nos permite conectar con los demás y que requiere observar y escuchar para entender más que para interpretar.

La escucha es fundamental para una buena comunicación asertiva porque la asertividad nos permite mantener una comunicación y un comportamiento equilibrados, entre la agresividad (imponer mis opiniones y derechos) y la pasividad o sumisión (dar más valor a los derechos y opiniones de los demás).

La autoestima y la empatía son necesarias para una persona que quiera defender sus propios derechos respetando los de los demás, es decir, son necesarias para ser una persona asertiva.

Las tres habilidades, autoestima, empatía y asertividad:

– Se retroalimentan unas a otras. Sin una buena autoestima no podré desarrollar mi empatía ni expresarme asertivamente para, por ejemplo, poner límites. Pero, al mismo tiempo, si aprendo a expresarme y a comportarme de manera asertiva en diferentes situaciones, sobre todo en las complicadas, estaré practicando la empatía y me sentiré mejor conmigo mismo y eso contribuirá a mi buena autoestima

No son innatas. Hay ciertas cuestiones genéticas que pueden marcar una predisposición, pero necesito desarrollarlas para desarrollar con éxito tanto mi vida personal como la profesional. Trabajarlas en conjunto potencia su desarrollo

– Son la base de otras competencias y habilidades más complejas, como el liderazgo, el trabajo en equipo o la resolución de conflictos. Para ser un buen líder se necesita trabajar y desarrollar las tres capacidades

Realizo desde hace tiempo procesos individuales de mentoring que tienen como objetivo el desarrollo de estas tres herramientas tan necesarias para el éxito. Procesos de mentoring dirigidos a profesionales, mandos intermedios y directivos. En ellos, cada uno determina el objetivo a alcanzar en el desarrollo de estas tres habilidades y yo los acompaño con recursos y herramientas de mentoring.

Si quieres saber como funcionan, puedes ponerte en contacto conmigo a través del correo electrónico que figura en esta web o mediante las redes sociales.